Instalación que desarrolla una narración interactiva a través de la relación afectiva que el usuario conforma mediante los sonidos que produce con un personaje animado. El contenido emotivo de todos los sonidos captados por el micrófono se interpreta a través de un programa si el usuario ríe, habla, canta, aplaude, etc. El resultado produce cambios de humor en el personaje, el cual tiene un carácter propio y definido. Este humor provoca el desplazamiento del personaje a través de varios escenarios y detona sus acciones de manera coherente con su estado afectivo y con el transcurso de la historia. Aunque la narración tiene un principio y un final claros, las secuencias se presentan de manera no lineal, por lo que la experiencia es distinta para cada usuario y va en función de sus exploraciones sonoras motivadas por la relación con el personaje.
El objetivo de la pieza es provocar al usuario a través de la experiencia lúdica a fin de que conforme un lenguaje a partir de sus experiencias personales y de la gestualidad sonora, de modo tal que pueda relacionarse con el personaje y producir un intercambio continuo de afectos entre ambos.
The Drama Manager hace énfasis en la decodificación cotidiana que realiza el ser humano sobre el humor y sentimientos a sus semejantes para eliminar por completo la descripción que proporcionaría la palabra hablada en tanto idioma, y dejar como único elemento de comunicación al gesto audible. Asimismo, altera el sentido de dicha decodificación al aplicarla al humor de un individuo cuyos afectos no son más que una evidente simulación. |