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La acción consistió en partir de un acontecimiento extraordinario. Un personaje común camina por la calle cuando, de pronto, se ve sorprendido por una inesperada llamada emitida por un teléfono conectado a la coladera a la mitad de la calle. A partir de la construcción de un cuento urbano inverosímil y sin sentido, se sigue una acción donde el sujeto camina por la calle mientras habla por un teléfono originalmente inmóvil que no está conectado a ninguna parte o, en todo caso, está conectado a la ciudad.
La pieza es una metáfora de cordones umbilicales que unen lo público con lo privado, lo íntimo con lo ajeno; un ejercicio de descontextualización en el que una situación aparentemente inconcebible se produce como un evento habitual. Se trata de alterar el orden, no de una manera violenta ni agresiva, sino de una forma político-poética. |