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En una caminata, cual deriva situacionista, el colectivo fue en busca de algunas pistas para poder entender de alguna manera la relación entre la basura y el espacio público. ¿Por qué? o ¿Para qué? sería la pregunta medular que marcaba el rumbo. La intuición primera es clara de acuerdo a sus motivaciones sociopolíticas. Desde una perspectiva artística, la basura nos habla de lo que somos, de lo que queremos ser y lo que decidimos hacer a un lado.
Habría que desglosar primero, cada uno de los términos que componen este entrecruzamiento para delimitar el espacio donde se despliegan sus posibles relaciones y desde dónde nos encontramos mirándola. La basura, aparentemente, tiene muchos sinónimos y definiciones a las cuales hacemos referencia. Se han utilizado palabras como residuos, desechos, desperdicios, escoria, inmundicia, suciedad, cascote, para hablar de ella. La palabra basura proviene del latín versura, derivado de verrere, que significa "barrer". Por esto se puede decir que el significado original fue "lo que se ha barrido".
En el proceso de tratar de entender qué es la basura y cómo funciona si es que funciona, encontramos un término genérico que abarca un sinnúmero de posibilidades. Desde las variaciones espacio-temporales que nos muestran los anónimos autores de los diccionarios, hasta las relatorías distintas que hemos obtenido a través del diálogo en las calles. A lo largo del proyecto, lejos de acotar el término, lo hemos abierto. La basura, en su estado más abstracto, es solamente un reflejo de lo que somos, de lo que decidimos es inservible.
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