Muñequita sintética toma su título del cantautor de rock urbano El Haragán. Se trata de una instalación de 500 latas de limpiador de PVC que fueron inhaladas como “chemo” o “mona”. Éstas fueron recolectadas de puntos de reunión de jóvenes adictos en un barrio del municipio de Tlalnepantla con ayuda de los propios jóvenes y vecinos del lugar.
Es una instalación lumínica que, por una parte, pretende emular un paisaje de luces como el de la Ciudad de México y, por otra, el encuentro con las latas que simbolizan la adicción de los jóvenes de las clases más bajas en estado vulnerable.
La imagen ha dejado de ser simulacro y representación. Las latas de PVC son una exposición, un rastro, de las frágiles condiciones de un sector que, no conforme con que su naturaleza es manipulable, se encuentra inserto en una marejada de infortunios y de posibilidades críticas. La pieza es una cartografía poética de la ciudad y sus dinámicas sociales. |