Con la invención del Día del Post-it, la artista generó las circunstancias propicias para que el público asistente a la galería se convirtiera en crítico por un día. La dinámica consistió en ofrecer a los asistentes un bloque de post-its en los que podían escribir su crítica personal sobre las obras y pegarlas a un lado de ellas.
A través de la acción, el espectador formaba parte de la crítica en el circuito de arte local como un observador participante que externaba abiertamente su opinión y que contribuía a la configuración de la exposición. La idea tenía como objetivo generar una experiencia activa del público y fomentar una actitud crítica.
La actividad se llevó a cabo en el marco de Octubre: mes de la crítica, organizado por Laboratorio Dzityá, en el Centro de Artes Visuales del Instituto de Cultura en Mérida, Yucatán. |