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Esta pieza da inicio a la serie Imágenes del porvenir: Diluvios y Apocaliptos. Consiste en un paraguas intervenido con la imagen de un pulpo. Por su condición de objeto industrial con una utilidad concreta, invitaba a instalarlo en diferentes entornos para generar un suceso significante en cada sitio.
Los paraguas son espacios de protección para la lluvia, por lo tanto, refieren al individuo y su relación con el entorno. De igual manera, refieren a la lluvia y, por ende, al cielo, para Ímaz, un espacio sacralizado culturalmente. La irrupción de un animal marino sobre este objeto pone en entredicho la mitología y el sentido común, cuestionando la lógica de los fenómenos naturales y la manera en que el ser humano ha intervenido y deformado las dinámicas de la naturaleza, así como la simulación y la arrogancia de la supuesta seguridad que hemos conseguido con nuestras herramientas y tecnologías. |