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Roberto García Hernandéz estudió Diseño y Comunicación Visual (2001-2003) y Artes Visuales (2003-2007), ambas en la Escuela Nacional de Artes Plásticas de la Universidad Nacional Autónoma de México.
La obra de Roberto García Hernández pone el acento en lo inverosímil de un proceso personal, a manera de encuentro, a través de fuentes y medios externos que mediatizan el reconocimiento con uno mismo. Con el dibujo, cuestiona la forma en cómo se construyen experiencias de vida basadas en la memoria, la teorización o el archivo.
Un concepto clave para entender su trabajo es el "flujo", una noción que refiere a un estado que conecta y da continuidad a una experiencia directa que, paradójicamente, solicita medios externos, mismos que, ante el intento, imposibilitan el acceso al fenómeno. Para el artista esta mediatización es, en esencia, algo similar a la premisa del físico y filósofo francés Blaise Pascal: "Hay que decir: esto se hace por figura y movimiento, pues es verdad. Pero decir cuáles y componer la máquina es rídiculo, pues resulta inútil, incierto y penoso."
Actualmente trabaja en proyectos basados en el dibujo, técnica que representa para Roberto una especie de mantra que le permite entrar en un estado de conciencia al que no puede acceder a través de ningún otro medio. Su interés por el dibujo surge de una reflexión anacrónica entre un flujo aprendido, como la práctica artística, y un flujo natural; el primero, destinado al fracaso en cuanto catalizador de estados y el segundo, como un proceso ajeno al artista.
Entre estos proyectos destacan: Atolón, libro intervenido en el que cada hueco de cada letra tiene un color específico; Philosophic Drone No. 1, repetición de un dibujo al infinito de una fotografía de Stephen O'Malley; Aullidos a favor de Joe Murray, catálogo en video de pantallas negras de una selección de películas y programas de televisión, y Never been a Dubliner, una bitácora falsa de viaje en la que reproduce cientos de fotografías turísticas encontradas en internet.
Finalmente, cabe destacar el proyecto Es imposible aprender a fluir leyendo libros, en el que el artista reproduce, en dibujo con bolígrafo, varios estados de flujo de un río. La pieza se trata de una ilustración literal de su perspectiva sobre los estados naturales y aprendidos. En este caso, el único territorio en el que Roberto puede moverse, es en el del dibujo.Cheap Jerseys free shipping
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